A medida que la pandemia continúa haciendo estragos en todo el mundo, afectando a la vida diaria de todos, incluidos los niños, los niños están mostrando una increíble capacidad de recuperación. En un mundo en el que se ciernen muchas amenazas globales, los niños de todo el mundo están demostrando un compromiso y una implicación cada vez mayores que se están convirtiendo en una fuente de inspiración y esperanza para un futuro mejor. Este 20 de noviembre es una oportunidad para que resaltemos su valor una vez más, a pesar de estos tiempos inciertos.

El año 2020 ha sido una fuente de desafíos para los niños de todo el mundo. La pandemia mundial de COVID-19 se sumó a los numerosos desafíos a gran escala que se ciernen sobre una generación, como el calentamiento global, el resurgimiento de los conflictos armados y la desconfianza en la gobernanza nacional. En este contexto inestable, la vulnerabilidad de los niños se ve aumentada por los riesgos de violencia, la inseguridad alimentaria y sanitaria, las crecientes desigualdades y la falta de perspectivas para su educación.

Sin embargo, esto no les ha impedido movilizarse para denunciar la inacción del gobierno frente al calentamiento global, el racismo y el sexismo sistémicos, el acoso en las escuelas o la violencia doméstica. Ya lo mencionamos el año pasado. Los niños ven los defectos de nuestros sistemas e instituciones, y ya no dudan en hablar públicamente para denunciarlos y hacer que las cosas sucedan. Este es para nosotros el mayor logro de los últimos años. Pero debemos darles la oportunidad de hacerlo.

Su compromiso, especialmente en tiempos de incertidumbre como estos, debería ser una fuente de inspiración y motivación para los líderes de todo el mundo. Por lo tanto, en este Día Mundial de la Infancia especial, pedimos que se aliente la participación, el compromiso y las iniciativas en que participen los niños de todo el mundo.

A menudo se dice que los niños son nuestro futuro, pero ya son nuestro presente, y nos lo demuestran día tras día. Debemos dejarlos participar en los debates y darles las oportunidades y herramientas para imaginar su futuro.

Y en nuestras acciones, ¿qué hay de la participación del niño?

Involucrar a los niños, y darles el espacio para expresarse y tomar una posición es parte del ADN y las acciones de la Oficina. Nuestros proyectos tienen como objetivo volver a poner al niño en el centro de su protección, y promovemos la idea de que el niño debe participar en el proceso de acompañamiento de su viaje dentro de las instituciones responsables de su protección (policía, justicia, trabajo social, pero también educación, salud, etc.). Este enfoque es el centro de nuestra formación y nuestras recomendaciones, y juega un papel importante en nuestra defensa con los actores de la protección de la infancia.