Desde el 15 de enero de 2024, tengo el honor de unirme a la Association d'Appui à l'Unité de Protection de l'Enfance (AAUPE) en Marruecos como asesor voluntario en desarrollo de recursos y gestión organizativa como parte del Programa de Cooperación Voluntaria (PCV) de la Oficina Internacional de los Derechos del Niño (IBCR), financiado por Asuntos mundiales Canada Global (AMC).  

Mi regreso a Marruecos, país que abandoné en 2001 para instalarme en Canadá, estuvo marcado por la calurosa acogida de mis colegas y de los abnegados voluntarios que trabajan incansablemente para poner en práctica los derechos y la protección de las las niñas y los niños. 

Una Experiencia Enriquecedora 

Desde mi llegada, tuve la oportunidad de contribuir a un importante proyecto medioambiental, llamado DERBINKI («mon quartier propre»,en español, «mi barrio limpio»), para los niños de Derb Ghallef, en Casablanca. Este proyecto ha recibido un apoyo considerable de las autoridades locales, la comunidad y los socios asociativos, lo que da fe de la importancia del compromiso colectivo en favor de los derechos y el bienestar de las niñas y los niños. 

Abdesselam (izquierda) en una reflexión para sacar adelante el proyecto.

Desafíos Clave Identificados Durante Mi Misión: 

1. Fortalecimiento de Capacidades : uno de los principales retos es la necesidad de reforzar las competencias de los equipos en materia de gestión organizativa, incluida la revisión de las estructuras de la asociación.   
2. Movilización de Recursos: la AAUPE puede enfrentarse a retos en términos de financiación y recursos. La búsqueda de asociaciones sostenibles y de una financiación adecuada es esencial para garantizar la sostenibilidad de los programas e iniciativas de protección de la infancia.  
3. Implicación de la comunidad : El apoyo organizativo también ayudará a movilizar mejor a las familias y a las partes interesadas locales para que contribuyan al mandato de la asociación.

Desde mi llegada, he emprendido una serie de acciones. En primer lugar, he realizado un análisis en profundidad de las necesidades de la asociación en términos de capacidad organizativa para llevar a cabo mi mandato, lo que me ha permitido identificar lagunas en la estructura y oportunidades de mejora. A continuación trabajé con el socio para desarrollar mejor sus propuestas de proyecto, alineadas con las necesidades identificadas, definiendo objetivos claros, indicadores de éxito y presupuestos previstos. También ayudé a responder a convocatorias de propuestas de proyectos relacionados con los derechos del niño. También trabajé para optimizar el uso de los recursos humanos y materiales de la asociación. Por último, organicé sesiones de formación para el personal y los voluntarios sobre temas clave como la gestión de recursos, la gestión de proyectos y la comunicación digital.

Resultados Concretos 

Un proyecto sobre los derechos medioambientales de los niños y las familias vulnerables, financiado por un donante internacional, es uno de los mejores resultados obtenidos. La mejora de la gestión del proyecto DERBINKI «mon quartier propre», en español, mi «barrio limpio», contribuye a una nueva imagen de la asociación en su entorno local y nacional. AAUPE sigue posicionándose como referente de los derechos sociales, económicos y medioambientales de los niños en Casablanca.

Otra innovación de la que me enorgullezco es la supervisión del diseño e implementación del sitio web de la asociación (www.aaupe.org.ma), el cual se mejorará con el tiempo. 

Desafíos Continuos 

Aunque se han logrado avances significativos, siguen existiendo retos. La AAUPE debe seguir adaptándose a las necesidades cambiantes de la comunidad y buscar financiación sostenible para mantener y ampliar sus programas. La sostenibilidad de los resultados obtenidos será esencial para garantizar su impacto a largo plazo. 

En conclusión, los resultados logrados con la AAUPE demuestran la necesidad de proseguir los esfuerzos para desarrollar la capacidad local, movilizar recursos y repercutir en la comunidad, con el fin de aumentar el impacto del trabajo de la asociación. 

Esta iniciativa es motivo de orgullo personal, dado el trabajo realizado por todo el equipo del proyecto y, sobre todo, la implicación comunitaria y el compromiso de los residentes, que garantizarán la continuidad de las obras.  Me gustaría animar a todos los canadienses, y en particular a la diáspora marroquí en Canadá, a implicarse en proyectos de cooperación voluntaria de este tipo.   

Mi experiencia de voluntariado en Marruecos, que la Oficina y Global Affairs Canada (GAC) han hecho posible para mí, no es sólo una oportunidad de contribuir a un cambio positivo, sino también una forma de enriquecer mi propia vida. Estoy convencida de que cada gesto cuenta y de que nuestro compromiso puede ayudar realmente a hacer realidad los derechos de las niñas y los niños. 

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